Durante muchos años se ha asumido que la dispersión de los organismos marinos operaba como un sistema abierto de tal forma que la fase dispersiva de las especies, especialmente durante el periodo larvario, permitía la colonización de amplias zonas de la costa. Sin embargo, estudios de genética de poblaciones y genética ecológica muestran que el flujo genético entre poblaciones puede encontrarse muy limitado incluso a escalas espaciales pequeñas, del orden de decenas de kilómetros o incluso menos, especialmente en ambientes aislados como atolones. El flujo genético entre reservas marinas podría verse afectado por la oceanografía física propia del área y por características biológicas propias de la especie, como por ejemplo, elementos de historia de vida, estados larvales y/o dispersión de éstas entre otras. El erizo de mar Echinometra lucunter fue seleccionado como modelo para este estudio, debido principalmente a su amplia distribución a lo largo del Gran Caribe, a su escaso conocimiento en el área y a sus características biológicas y ecológicas. Este estudio busca postular las posibles conexiones entre poblaciones naturales de invertebrados marinos sésiles a través del Gran Caribe, identificando si las discontinuidades que se presentan en el área influyen en esa conectividad. El objetivo principal es estimar las discontinuidades marinas como fuente de diferenciación genética en equinodermos a lo largo del Gran Caribe. Los objetivos específicos son: Evaluar la influencia de las discontinuidades marinas que se presentan en el Gran Caribe sobre la estructura genética de poblaciones naturales de Echinometra lucunter e Identificar genéticamente poblaciones naturales de Echinometra lucunter y establecer escenarios de conectividad entre ellas a lo largo del Gran Caribe. Los organismos de Echinometra lucunter serán colectados en arrecifes de coral y en litoral rocoso a lo largo del Gran Caribe, teniendo en cuenta escenarios de conectividad que han sido propuestos para el área de estudio. A cada individuo se le realizará la extracción, secuenciación y el respectivo análisis de ADN utilizando microsatélites específicos para la especie. Los resultados de la estructura genética y el análisis a escalas geográficas hará posible establecer si efectivamente hay influencia de las discontinuidades marinas presentes a lo largo del Gran Caribe y cómo estas condiciones pueden interrumpir el flujo genético entre poblaciones rompiendo la conectividad entre ellos.