Colombia tiene una gran variedad de especies vegetales, las cuales están empezando a
ser investigadas [1]. En gran medida, el conocimiento de esta biodiversidad se conoce por
comunidades locales e indígenas que por sus tradiciones han hecho uso de ella para
diferentes aplicaciones, ya sea en la medicina tradicional, en la preparación de platos
típicos, en accesorios de utilidad para caza o incluso en la aplicación tópica con fines
cosméticos [2]. Entre estas especies vegetales de la diversidad colombiana, la mayoría se
encuentra en la región amazónica en donde habitan más de la mitad de las especies
conocidas en el planeta [2]. Una de las especies de interés corresponde al Poraqueiba
sericea Tul., de la familia Metteniusaceae, cuyo nombre común es umarí, guacure, guacurí,
nemona o n+cacao dependiendo de la zona en donde se lleve a cabo su cultivo. Esta
especie se siembra muy frecuentemente en las chagras de comunidades indígenas que
residen en el Amazonas, especialmente de las comunidades de los pueblos Uitoto y
Muinane [2]. La especie en su totalidad genera gran interés debido a que de su semilla se
extrae un jugo medicinal, sus hojas secas se utilizan como infusión en la medicina
tradicional para curar la disentería y su fruto se utiliza como sustituto de la mantequilla [1].
También se ha reportado que la semilla y el fruto del umarí presentan propiedades
antioxidantes al igual que los extractos hidroetanólicos de su mesocarpio y pericarpio [3],
demostrando que el estudio de esta especie es de gran importancia para el mundo
académico y la industria en el país.
Uno de los productos de esta especie, ampliamente utilizado por las comunidades
indígenas de la región Amazónica, es el aceite obtenido del fruto, el cual además de su
empleo para hacer la mantequilla, lo han utilizado tópicamente, al parecer, con fines
cosméticos. Este uso se relaciona con estudios previos realizados para la determinación
de su composición, que incluye una gran variedad de ácidos grasos, lo que lo hace ideal
para su aplicación en la industria cosmética y de alimentos [1]. Es así como en Perú, país
que comparte la selva amazónica con Colombia, se han realizado estudios con este aceite
para la elaboración de un jabón de tocador [4]. Considerando que la industria cosmética se
encuentra en continuo crecimiento [5], resulta prometedor evaluar aplicaciones que pueda
tener el aceite de umarí en esta industria, lo que podría aportar a largo plazo un beneficio
económico para el país, y adicionalmente contribuir a la generación de conocimiento sobre
el potencial de las especies vegetales de la Amazonia colombiana.
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Teniendo en cuenta que de 200 a 250 individuos por comunidad indígena Amazónica
hacen uso de la especie Poraqueiba sericea Tul. [2] y de su aceite, se quiso partir de la
información sobre los usos tradicionales que se le dan, con el objetivo de tener una visión
acerca de su posible aplicación cosmética que, en conjunto con un análisis químico y
fisicoquímico, y por medio de la evaluación de formulaciones que lo incluyan como posible
ingrediente funcional, se llegue a determinar si este aceite tiene algún potencial para
contribuir a mejorar la barrera cutánea. |