La adecuada gestión de los Aceites de Cocina Usados (ACUs) es uno de los principales retos que enfrentan los grandes centros urbanos alrededor del mundo y, por supuesto, la capital de Colombia no es la excepción. En Bogotá, la problemática asociada al manejo incorrecto de estos residuos se caracteriza por tres situaciones que generan grandes impactos ambientales, económicos, sociales y de salud pública. Inicialmente, debido a que en su mayoría los aceites usados son dispuestos en sifones y alcantarillas, esto genera un enorme impacto en la infraestructura del alcantarillado debido a que el aceite de solidifica y se produce taponamiento. Estos taponamientos generan reflujo de aguas negras, inundación en época de lluvias, incremento de vectores y malos olores, y su remediación implica enormes costos a las arcas públicas. Además, el aceite llega a las fuentes de agua superficial y subterránea, lo que genera extensiva contaminación en los ecosistemas. Según estimaciones recientes, las emisiones de ACUs al alcantarillado de la ciudad llegan a la cuenca del rio Bogotá, contaminando alrededor de 77 millones de litros de agua al día. Sumado a lo anterior, en la actualidad los ACUs son recolectados y se redistribuyen ilegalmente como aceites nuevos en mercados no controlados, lo que implica un gran riesgo para la salud de los consumidores, principalmente en las poblaciones de menores ingresos y más vulnerables. Por último, la disposición de los ACUs en los rellenos sanitarios altera los procesos de lixiviación y degradación normal de los residuos sólidos. Esta problemática ha motivado la regulación en el manejo de los ACUs. Recientemente se han establecido normativas que regulan la gestión adecuada de este residuo, lo que ha permitido la implementación de cadenas de recolección. Esta tarea es desarrollada por compañías que obtienen beneficios económicos por recolectar, refinar y exportar el ACU para su posterior transformación en Biodiésel. Sin embargo, en la actualidad la producción de biodiésel a partir de ACUs es sostenible bajo esquema subsidiado. Si esta alternativa de valorización deja de ser viable, toda la cadena de recolección se vería seriamente afectada. Por lo anterior, es necesario implementar estrategias de valorización de los ACUs a través de su transformación en productos de alto valor agregado para la industria oleoquímica. Sin embargo, debido a la necesidad de la cadena de recolección del aceite y sus posibles impactos, es necesario establecer si la estrategia de recolección y valorización de los ACUs es sostenible en un marco de referencia de ciclo de vida. En este contexto, este proyecto pretende caracterizar los procesos actuales de gestión y valorización de ACUs, evaluar los impactos ambientales asociados a estos bajo un enfoque y un análisis de ciclo de vida, y optimizar la cadena de suministro del ACU para fortalecer la sostenibilidad de dichos procesos en la valorización de este residuo como materia prima oleoquímica. Este proyecto pretende aportar al fortalecimiento de la gestión de los residuos urbanos en términos de sostenibilidad ambiental, social y económica. Al realizar la adecuada recolección, pretratamiento y trasformación en productos oleoquímicos de alto valor agregado se pretende dar sostenibilidad de largo plazo a las políticas públicas para el manejo de dichos residuos. El desarrollo de este proyecto comprende las siguientes etapas que se ejecutarán de forma secuencial y/o simultánea: • Caracterización del proceso actual de valorización. • Aplicación de la metodología de Análisis de Ciclo de Vida para determinar impactos de la cadena de valorización de los aceites. • Evaluación y comparación de impacto ambiental de las diferentes estrategias de manejo de los ACUs. • Modelamiento y optimización de la cadena de recolección y suministro de ACUs en la ciudad de Bogotá. • Evaluación de sostenibilidad de las estrategias de recolección y valorización de los ACUs.