Colombia tiene una biodiversidad enorme, lo cual la ubica entre los 10 países megadiversos del planeta; cuenta con
el privilegio de tener horas de luz durante todo el año, diversidad de suelos y clima, posición geoestratégica única,
con vías marítimas en el Atlántico y en el Pacífico que lo acercan a los mercados de Estados Unidos, el Caribe,
Europa, China, Japón e India.
Uno de los ejemplos más relevantes del potencial de sus recursos naturales son las frutas tropicales cuya
producción se está impulsando debido a su amplia aceptación en los mercados nacionales e internacionales, y a
las políticas gubernamentales que han favorecido el fortalecimiento de dichas cadenas productivas como
sustitutivas de cultivos ilícitos. Colombia tiene la capacidad para convertirse en una potencia en el suministro de
frutas y hortalizas a nivel mundial, debido a que presenta una de las mayores ofertas edafoclimáticas para la
producción competitiva de estas especies, algunas de ellas comunes en la región. Estos productos tienen una
amplia aceptación tanto en fresco como en forma procesada por los consumidores, debido a que son fuente de
nutrientes y compuestos biofuncionales y a que exhiben excelentes propiedades sensoriales; sin embargo, para dar
mayor valor agregado a estas especies (materia prima) se requiere realizar estudios y avanzar en desarrollo
agroindustrial con el diseño de nuevos productos para diferentes industrias de la bioprospección, los cuales puedan
posicionarse en nuevos mercados.
El problema planteado en el presente programa se resume en que las frutas tropicales a pesar de tener mercados
definidos y un futuro promisorio como fuente de sustancias con actividad sensorial, bioactivas o nutricionales para
uso en diferentes industrias de la bioprospección, todavía presentan inconvenientes por superar como son su
volumen fluctuante y su susceptibilidad a daños durante la precosecha (déficit nutricional, efecto del clima,
enfermedades y plagas) y la poscosecha (enfermedades, el transporte y almacenamiento), entre otros, que pueden
disminuir la calidad de los productos. Es así como con la presente propuesta se espera conseguir un
aprovechamiento integral de las mismas mediante el desarrollo de productos con valor agregado pertenecientes a
los renglones económicos de las industrias farmaceútica, cosmética, alimentaria y agropecuaria. Este
planteamiento se vislumbra como una estrategia apropiada para contribuir a minimizar las pérdidas económicas de
los productores por deterioro durante la pre y poscosecha, el cambio climático y la variabilidad en la oferta y
demanda del producto fresco. También se constituye como una herramienta innovadora frente al embate
económico hacia el sector agrícola del país que sugiere la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con
Estados Unidos, pues permitiría acceder a este mercado que ha sido esquivo al producto fresco pero que se podría
conquistar con productos naturales a partir de frutas. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) ha invitado a que los diferentes sectores (académico,
productivo, asociativo, etc.) se reúnan en torno a cada una de las cadenas productivas para avanzar en su
desarrollo. La creación del Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola (FNFH) y de Asohofrucol en 1995, ha
permitido congregar a más de un millón de pequeños productores del sector hortofrutícola, por encima de los
cafeteros, palmeros, ganaderos y arroceros, que tienen una cifra de productores muy inferiores. A pesar de que el
MADR y Asohofrucol se han preocupado por financiar proyectos y programas que apunten al desarrollo sostenible
de algunas cadenas de frutales, es importante mencionar que actualmente no existe una red científica nacional que
se congregue en torno el estudio de las frutas tropicales colombianas, y teniendo en cuenta la experiencia de los
integrantes de la presente acción en el tema de frutas tropicales, se ha formulado el presente programa.
Las especies frutales seleccionadas para la presente acción, como primera fase de un proyecto a largo plazo, se
pueden clasificar en tres grupos de acuerdo con su familia botánica: Passifloráraceae (curuba y gulupa), Lauraceae
(aguacate) y Solanaceae (lulo, tomate de árbol y uchuva); todas ellas tienen en común una alta producción y
significativa importancia económica en el país. En el caso del aguacate se ha establecido una red nacional. |