La discapacidad resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás (1); la naturaleza de la discapacidad, los tratamientos, la evolución y los cambios significativos en el estilo de vida de los pacientes, hace que requieran el acompañamiento de un cuidador, que casi siempre son mujeres, poseen un vínculo familiar (2), proporcionan asistencia no remunerada, voluntaria y continua en las actividades básicas e instrumentales a sus familiares con discapacidad (3), se ven en la necesidad de reorganizar sus labores, mantener la unión de la familia, tomar decisiones (4) y se enfrentan a cambios en las relaciones, las expectativas y las habilidades (5). A los cuidadores familiares se les conoce como pacientes ocultos y a menudo se ignoran (6,7), se sienten obligados a asumir este rol (7,8) para el que no se encuentran preparados, manifiestan dificultades y limitaciones para equilibrar la carga del cuidado de su familiar con su vida cotidiana, generando en ellos insuficiencia del rol y dificultad para la progresión hacia una transición saludable (5); esta transición es compleja, implica esfuerzos físicos, emocionales y cognitivos y desencadena diversas consecuencias como soledad, ansiedad, estrés, agotamiento, depresión, habilidades de afrontamiento, resiliencia, sentido de vida, debilidad en sus redes de apoyo y el aplazamiento de su proyecto de vida (9–15). El contexto en el que se encuentran los cuidadores familiares es importante para la identificación de necesidades y la generación de intervenciones y programas de apoyo específicos para la mejora de las transiciones (4,5). Los cuidadores familiares de PsD que residen en áreas geográficas remotas experimentan niveles bajos de bienestar, sentimientos de tensión y sensación de carga, enfrentan situaciones de estrés y no cuentan con acceso a programas de apoyo, lo que sugiere que los cuidadores familiares de PsD, de nivel socioeconómico bajo o que viven en zonas rurales o distantes de grandes áreas poblacionales pueden necesitar más apoyo y recibir menos beneficios (16–18). En Colombia se han realizado varias investigaciones con cuidadores familiares de PsD, que evidencian que sus características y las del cuidador familiar se asocian significativamente con la percepción de la carga y el desempeño del rol del cuidador (19–22). Sin embargo, se evidencia una carencia de estudios en la Orinoquia colombiana que permitan describir las características y explicar la forma en que se da el proceso de adopción de rol de cuidadores en esta región del país. Por esta razón, se plantea este proyecto cuyo objetivo es explicar la adopción del rol de los cuidadores familiares de PsD en la ciudad de Arauca, con el propósito, por una parte, que el gobierno local cuente con herramientas para comprender las necesidades de esta población y facilite la entrega de programas y ayudas que les genere compromiso con los cuidadores, con los proveedores de servicios y con las PsD y por otra, contribuir a la construcción del conocimiento disciplinar, aportando elementos para un marco teórico integrador y pautas específicas para la práctica profesional, la investigación y la generación de políticas públicas locales dirigidas al cuidador familiar de PsD. Para el logro del objetivo, se desarrollará un estudio de abordaje mixto secuencial explicativo en tres fases: una fase cuantitativa a través de un estudio descriptivo correlacional que permita asociar la adopción del rol de cuidador con algunas variables sociodemográficas; una fase cualitativa, cuyo propósito es comprender el proceso de adopción del rol del cuidador familiar de PsD y finalmente una fase en la que se integra e interpreta la información obtenida en las fases anteriores de manera que se explique con mayor profundidad el fenómeno de adopción de rol de cuidador de PsD en la ciudad de Arauca