La fragmentación del hábitat tiene una fuerte influencia sobre la biodiversidad y los servicios ecosistemicos (Foley et al., 2005) afectando procesos ecológicos claves como el movimiento de las especies. la dispersión de semillas, colonización, mortalidad, stocks de biomasa entre otros, con implicaciones importantes en la estructura y dinámica de la vegetación (Laurance et al., 2006) y por consiguiente en el almacenamiento de carbono y la provisión de productos forestales no maderables asociados.
Adicionalmente y dada la importancia para la conservación de la biodiversidad que tienen los movimientos de los individuos de diferentes especies dentro de los paisajes heterogéneos (DeFries et al. 2005), es necesario comprender la capacidad que tienen estas especies para sobrellevar y sortear elementos hostiles dentro de un paisaje fragmentado (Morales y Ellner 2002, Morrison y Boyce 2008). La conectividad en algunos paisajes depende de que las especies utilicen el mosaico de vegetación natural o modificada para desplazarse entre recursos o poblaciones locales. El desplazamiento no depende de una distribución de franjas o parcelas de hábitats preferidos, sino de la utilización de todo el mosaico. Partes de este serán adecuadas para que una especie concreta viva en ellos, otras partes pueden resultar inadecuadas para vivir en ellas pero no inhiben los desplazamientos, mientras que algunas partes pueden resultar relativamente inhóspitas (Bennet, 1998).
Por otro lado las investigaciones realizadas en bosques fragmentados amazónicos, indican que cerca de los bordes del bosque, la perturbación aumenta la cantidad de luz en el sotobosque, incrementando la participación en la biomasa de árboles pequeños y lianas, alterando su distribución y dinámica y posiblemente produciendo emisiones considerables de carbono atmosférico (Nascimento y Laurance 2002). De igual forma, los cambios en la composición de especies y estructura de la vegetación, pueden afectar la diversidad funcional de los bosques y específicamente afectar la oferta de PFNM.
Son escasos los estudios que relacionan fragmentación y diversidad funcional asociados con la biomasa aérea y los PFNM, ya que las investigaciones se han centrado en la evaluación de la fragmentación sobre el carbono o el impacto de la extracción de los PFNM frente a algunos parámetros fisiológicos. Un enfoque para comprender o entender estas interacciones es emplear una perspectiva del paisaje y una perspectiva desde la ecología funcional. Este enfoque permitiría identificar tipos funcionales de especies vegetales empleadas para la obtención de PFNM y producción de biomasa aérea en respuesta a diferentes intensidades de perturbación o fragmentación de los bosques de roble. Así mismo permitirá establecer las relaciones existentes entre las métricas del paisaje y aspectos relacionados con la ecología funcional, permitiendo escalar e interpretar las relaciones entre ecosistema-paisaje.
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