La materia orgánica del suelo (MOS), es el conjunto de sustancias resultantes de la degradación de restos vegetales y animales con diferente grado de descomposición, las cuales se agrupan en Ácidos Húmicos (AH), Ácidos Fúlvicos (AF) y Huminas (H). La degradación que sufre la MOS es un proceso continuo que modifica de forma gradual las características químicas de los suelos y de los productos de la misma, presentándose desde sustancias no húmicas hasta materiales amorfos con alta transformación, denominados sustancias húmicas (AH, AF, H). Cada unidad de suelo forma su propio humus, es así, que cada material de origen orgánico que es adicionado al suelo de forma natural ó artificial presenta diferentes grados de humificación, siendo este controlado principalmente por la composición química de las fuentes de carbono, la magnitud de los procesos de descomposición y la solubilización y transporte de la MO dentro del perfil de suelo. Como resultado de lo anterior, la composición de la MOS (AH, AF, H) depende de los materiales aportados por cada tipo de cultivo ó cobertura que presente el suelo y de las condiciones de manejo del mismo, y que afectan o benefician en diferente grado las propiedades físicas, químicas y biológicas especificas de cada suelo y de igual forma afecta la disponibilidad o retención de P, de especial importancia en Andisoles. Los Andisoles son suelos que se originan a partir de materiales volcánicos, ricos en contenidos de MOS (4-14% y más), con presencia de minerales arcillosos de bajo rango de cristalización (alófana), formando complejos muy estables con la MOS, se caracterizan por presentar niveles de retención de fósforo superiores al 85%; estos suelos ocupan cerca del 40% del área total de la zona cafetera colombiana y soportan una gran diversidad de cultivos, en terrenos con pendientes mayores al 30%. Siendo desconocidas hasta el momento la dinámica y las cantidades de cada fracción (AH, AF, H) que componen la MOS y los efectos que puedan presentar sobre las características de cada pedón. A nivel de Colombia y en especial en suelos derivados de cenizas volcánicas, los estudios de la MOS se han concentrado en cuantificar los contenidos de C orgánico total, pero no se han realizado los suficientes estudios que profundicen en el fraccionamiento y cuantificación de sus componentes y que adicionalmente relacionen dichas fracciones con propiedades del suelo como la estabilidad de los agregados, comparar las relaciones existentes entre los diferentes cultivos y las fracciones de la MOS, ni se han realizado investigaciones tendientes a relacionar la retención de fósforo existente en andisoles con los contenidos de cada fracción. Por las consideraciones anteriores, es claro que la búsqueda de información sobre las propiedades químicas de la MOS y la cuantificación de sus componentes, en tres andisoles bajo diferentes sistemas de producción (Bosque, cafetal con sombrío, cafetal a plena exposición solar, monocultivo en rotación maíz-fríjol y pradera) aportará conocimientos sobre la dinámica de la misma, la fertilidad de los suelos y los mecanismos de retención de fósforo en los mismos.