La determinación de la composición corporal de una persona, especialmente su componente graso, es uno de los métodos más usados para valorar con exactitud sus riesgos de salud, su estado nutricional, y su respuesta a los tratamientos médicos. Existen diversas técnicas para realizar esta determinación pero la mayoría son de alto costo, no portátiles, requieren de personal altamente calificado para realizarla y se usan sólo a nivel de laboratorios de investigación (Baumgartner et al, 1995, Wells and Fewtrell, 2006). Una técnica relativamente nueva, de bajo costo, no invasiva y de fácil manejo es la conocida como Análisis de Bioimpedancia Eléctrica (ABE u oposición, dependiente de la frecuencia, de los tejidos biológicos al flujo de una corriente eléctrica alterna) (Chumlea et al 1994). Con el ABE se mide la resistencia eléctrica del individuo y este valor se incluye en una fórmula que involucra su peso y su talla y que permite determinar su porcentaje de grasa (Hoffer et al 1969). Este porcentaje indica el grado de obesidad o desnutrición de la persona (Fredreix et al 1990). Existe el problema de que dichas fórmulas varían de una población a otra, de manera que, para que el método sea confiable se requiere desarrollar las fórmulas que son propias para cada población, mediante mediciones con muestras de ella misma. (Deurenberg et al 1990a, 1990b, Solomon and Kumanyika, 2000, Fernández et al, 2003;). Para obtener las fórmulas se debe correlacionar los resultados del ABE con los resultados obtenidos por un método de referencia también llamado estándar de oro o método de referencia. La Hidrodensiometría (o pesaje subacúatico) se considera como el método de referencia para evaluar la masa grasa (Booth et al 1966, Deurenberg and Van der Kooy, 1989a, Díaz et al 1989). La muestra estará constituida por 60 hombres entre los 18 y 24 años, estudiantes de la Universidad de Caldas cuya participación será voluntaria. El objetivo general es obtener las fórmulas específicas para esta población con el fin de poder aplicarlas al uso del ABE y luego extenderla a otras poblaciones. Obtenidas las fórmulas, el ABE puede usarse con una alto grado de confianza para determinar la composición corporal, especialmente el componente graso, en individuos con diferentes condiciones fisiológicas (Hughes y Evans, 1987, Gray D A et al 1989, Deurenberg 1990b, Danford et al 1992, Broowiz et al 1994) y patológicas (Heitmann et al 1994, Guo et al 1994, Baumgartner et al 1995). Los objetivos específicos se describen en la metodología que se especifica más adelante. Básicamente son evaluar la composición corporal por medio del ABE, la antropometría y la hidrodensiometría para obtener las fórmulas mencionadas por métodos estadísticos de análisis de regresión por pasos