Las especies introducidas son reconocidas como una grave amenaza para la flora y fauna nativa, por lo que actualmente es necesario diseñar un plan de control efectivo que evite su propagación. El control de plaga más comúnmente empleado se basa en aspersiones con pesticidas, y usualmente tienen como objetivo principal actuar sólo sobre una parte del ciclo de vida de las especies introducidas. Un mecanismo de control alternativo sobre una etapa de vida en particular, podría tener efectos muy diferentes sobre la tasa de crecimiento de la población, sobre todo si las especies introducidas presentan complejos ciclos de vida, o sus diferentes etapas de desarrollo ocupan diversos nichos ecológicos. Por lo tanto, las actividades de control deben evaluarse tanto en términos de su efecto sobre el crecimiento de la población, y en relación con la facilidad logística de aplicación. En este sentido, las matrices de proyección poblacional se pueden utilizar para examinar cómo la tasa de crecimiento de la población se vería afectada por cambios en las tasas vitales (fecundidad, crecimiento y supervivencia), provocados por las medidas de control alternativas. Al mismo tiempo, pueden ser empleadas para fijar objetivos de disminución de las diferentes categorías de edad/etapas de desarrollo necesarias para efectuar la reducción efectiva en la tasa de crecimiento poblacional. La viabilidad del éxito de estos objetivos, puede ser evaluada con respecto a la facilidad logística de la ejecución de tal plan y el costo. Los modelos matriciales poblacionales, se han utilizado para predecir la eficacia de los agentes de control biológico, que podrán referirse a las etapas específicas del ciclo de vida de una especie de plagas, y que asimismo, son útiles para evaluar las opciones de gestión para el control de especies introducidas con ciclos de vida complejos, en los diferentes métodos pueden ser necesarios para controlar las distintas fases del ciclo de vida de estos organismos.