Los alimentos suelen ser susceptibles a cambios físicos, químicos y microbiológicos durante su almacenamiento y distribución, en función de su composición y de las condiciones ambientales a que están expuestos. Una adecuada selección de materiales de envase y embalaje puede prevenir la pérdida de calidad de los alimentos (Campos et al., 2011; Cha y Chinnan, 2004). Una creciente demanda por nuevos materiales que atiendan a todas las especificaciones tecnológicas y de calidad y más recientemente, al cumplimiento de la legislación de carácter ambiental han conducido al estudio y utilización de materias primas, procesos y productos amigables con el medio ambiente. Aspectos como la vida útil, calidad y conservación de los productos dependen en gran medida del tipo de material de empaque usado para su protección, dado que este es un factor determinante para la difusión de gases, humedad, grasa y aromas desde o hacia el alimento, entre otros. Películas y revestimientos, cuando se emplean como materiales de empaque pueden impedir la migración de humedad, proteger los productos durante su transporte, evitando daños mecánicos y favoreciendo la conservación de su integridad física. Tales materiales han demostrado ser potenciadores de propiedades organolépticas y correctivos de vida útil debido a su capacidad para evitar la deterioración de los componentes de los alimentos, llevando a su conservación por amplios períodos de tiempo. Varios compuestos han sido estudiados como agentes con actividad antimicrobiana en empaques para alimentos, incluyendo la incorporación de aceites esenciales de orégano y ajo en películas biodegradables ha demostrado ser eficaz en ensayos de inhibición de S. aureus, S. enteritidis, Listeria monocytogenes, E. coli y L. plantarum. La aplicación de películas comestibles aditivadas con estos aceites esenciales puede ser interesante en el proceso de queso en lonchas empacadas individualmente (Seydim y Sarikus, 2006). Considerando el potencial de utilización de películas y revestimientos comestibles con incorporación de compuestos antimicrobianos naturales para mejorar la conservación de alimentos perecederos, este proyecto de investigación se ha enfocado al aprovechamiento de almidón y nanofibras obtenidos a partir de la Achira (Canna indica L.) para la elaboración de películas biodegradables y recubrimientos comestibles conteniendo compuestos antimicrobianos naturales (ajo y orégano) para evaluar las características fisicoquímicas, microbiológicas y sensoriales que buscan mejorar la calidad y vida útil de algunos quesos frescos.