La selección de un buen fluido de perforación o lodo, es un aspecto definitivo para la perforación de pozos, ya que éste se encarga de lubricar la broca, arrastrar los cortes, controlar las presiones de las formaciones y disminuir la probabilidad de los derrumbes de la pared del pozo, entre otras funciones. Una mala decisión aumenta los costos de la perforación y en algunas ocasiones puede determinar el abandono del mismo. Para formular un lodo se debe conocer la columna estratigráfica (composición y estados de esfuerzos - presiones de formación) de la zona que se pretende perforar y las características del yacimiento. Con base en estas características, se define el programa de lodos, esto hace referencia a las propiedades del mismo y por tanto a su composición a diferentes profundidades. Algunos de los eventos no programados que pueden ocurrir durante la perforación son: pega de tubería, patadas de pozo, reventones, pérdida en la capacidad de arrastre de los cortes, pérdidas de circulación y daño en la formación. Para prevenir o minimizar la posibilidad de que estos sucesos negativos ocurran durante la perforación, la industria usa diferentes compuestos y aditivos para mejorar las propiedades reológicas del fluido, en función de las características que se quieren controlar (viscosidad, punto de cedencia, fuerza gel), empleando para ello sustancias como: surfactantes, aligerantes, emulsificantes, viscosificantes, entre otros; estas propiedades son evaluadas en el laboratorio con el fin de precisar su efectividad y desempeño. En el marco de este proyecto se busca construir una base de datos con los aditivos más utilizados y su función principal. A partir de estos aditivos, se diseñarán lodos con diferente composición (reformulados), a los cuales se le miden diferentes propiedades reológicas con el fin de evaluar su efecto sobre las pérdidas de filtrado, el daño de formación y en general sobre las funciones que cumplen. Además, para realizar las pruebas en el laboratorio de Yacimientos y Fluidos de Perforación, se debe elaborar un manual con los protocolos necesarios para el correcto manejo de los equipos, herramientas e insumos usados. Al final se tendrá un informe en el que se relacionan los fluidos diseñados y las propiedades de cada uno junto con las recomendaciones respectivas. Por lo tanto, de este informe se podrá concluir cuales son las formulaciones de fluidos de perforación con mejores propiedades operacionales y con menor costo.