En las últimas décadas se ha presentado un rápido incremento en la producción de residuos industriales. Para la mayoría de los residuos no se encuentra un uso efectivo, lo que causa una crisis de disposición (Alwaeli, 2013). La problemática que supone en muchas ocasiones los altos volúmenes de producción de estos residuos, han impulsado el desarrollo de nuevas y variadas tecnologías y técnicas para disponerlos, aprovecharlos o eliminarlos de forma tal que no se comprometa el bienestar y la salud de los seres vivos y el medio ambiente. Algunas de estas tecnologías involucran procesos variados, cuya selección depende de la naturaleza y composición de dichos residuos. Entre las alternativas se destaca: el reciclaje, el reuso, el aprovechamiento y valorización, y la disposición controlada en rellenos sanitarios (Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible). Por otro lado, los residuos peligrosos son una categoría de residuos cuya disposición final es compleja, debido a que están constituidos por sustancias y/o elementos químicos que causan daños al medio ambiente y a la salud de los seres vivos. El riesgo que supone la disposición de los residuos peligrosos, está relacionado con la posibilidad que los elementos o compuestos contaminantes migren al exterior a través de procesos de lixiviación (La-Grega et al, 1996). Actualmente existe una empresa en Colombia que lleva a cabo un programa de recolección y disposición de las baterías ya usadas, donde busca realizar un aprovechamiento de los componentes de la misma. Las baterías están compuestas de ácido sulfúrico, plomo metálico, pasta, hierro, polipropileno, ebonita, vidrio, PVC y otros. En este caso, el plomo metálico es el principal componente en el momento del aprovechamiento debido a su elevado grado de toxicidad y a la poca facilidad para incorporarlo al ciclo productivo (Castells, 2009). La empresa funde el plomo metálico de las baterías usadas, para obtener plomo de mayor pureza y utilizarlo en baterías nuevas. En el proceso de fundición del plomo, se genera una escoria, que para el caso de aprovechamiento de baterías usadas se le llama escoria secundaria de plomo (Penpolcharoen, 2004), debido a que es la segunda vez que se le realiza fundición de plomo. Esta escoria está formada por las impurezas presentes en las materias primas que contienen el plomo y por los materiales que se agregan al proceso de fundición (Gomes et al, 2011). Con este proyecto se pretende hacer un estudio preliminar de un proceso de inertización denominado vitrificación, que busca transformar la escoria secundaria de plomo en un material inerte, para facilitar su manejo de tal manera que pueda ser usada en diversas aplicaciones, y/o ser dispuesta en rellenos como un residuo ordinario. Para la presente convocatoria, el proyecto se está presentando en el eje temático de Innovación tecnológica y gestión ambiental de residuos. En la investigación se abarcará un estudio exhaustivo del estado del arte, la caracterización del residuo, un análisis de la materia prima y condiciones requeridas para el proceso de vitrificación; y finalmente una fase de experimentación a nivel de laboratorio.