Actualmente uno de los mayores objetivos del sector eléctrico es combinar los beneficios que ofrece la operación coordinada de recursos y tecnologías inmersas en la red de distribución, como aquellos relacionados con la generación a pequeña escala proveniente de fuentes no convencionales y la participación activa de la demanda, con el fin de mantener un suministro continuo a todos los usuarios conectados [1], con los estándares de confiabilidad y calidad requeridos. En Colombia han proliferado proyectos que involucran generación no convencional a pequeña escala, los cuales se han visto impulsados con la entrada en vigencia de la Ley 1715 de 2014, que promueve la difusión e integración de fuentes de energía no convencionales [2]. Sin embargo, las redes de distribución existentes en el país fueron diseñadas para operar con flujos unidireccionales, y sin la conexión masiva y la participación activa de recursos dispersos en la red [3]. Por tanto, para lograr una operación flexible y confiable de la red de distribución es necesaria la coordinación de todos los recursos inmersos en el sistema [4]. La instalación de unidades de generación a pequeña escala cerca a los centros de consumo tiene el potencial de mejorar significativamente la confiabilidad del suministro [5], [6], ya que esta no sólo aumenta la capacidad total del sistema de potencia, sino que permite también dar continuidad al suministro, al menos de las cargas prioritarias, cuando ocurre una desconexión de la red principal [6], [7]. Por otro lado, la respuesta de la demanda se caracteriza por su flexibilidad y por su habilidad de realizar cambios a los perfiles de consumo [8]–[10], permitiendo el apalancamiento de oportunidades económicas [9], [11], y la mejora de la confiabilidad y sostenibilidad del sistema [5], [11]–[14]. De esta manera el control coordinado de las unidades de generación conectadas a la red de distribución es fundamental para mejorar su rendimiento [15], a la par que la flexibilidad que se puede extraer de la demanda es clave para operar una red de distribución con recursos intermitentes. Este proyecto propone la generación de un micro-mundo que posibilite la identificación de criterios técnicos y económicos relacionados con la prestación de servicios de soporte técnico en el sistema de distribución por parte de la generación distribuida y la respuesta activa de la demanda, buscando evaluar el impacto técnico, económico y regulatorio de la remuneración de estos agentes en varios horizontes de tiempo. Esto constituirá una herramienta educativa útil para la toma de decisiones y la posible identificación de mapas de ruta que tengan como propósito el mejoramiento de la eficiencia energética en la operación de los sistemas de distribución. Para esto se propone combinar el uso de herramientas computacionales de simulación de sistemas eléctricos de potencia y de análisis financiero con la Dinámica de Sistemas, con el fin de construir modelos que permitan la evaluación del comportamiento de los agentes involucrados en la prestación de servicios de soporte técnico a partir de generación a pequeña escala y demanda, con el fin de determinar el grado de pertinencia de escenarios remunerativos en el contexto colombiano.