La relación simbiótica entre las plantas y su microbioma asociado, proporciona a los huéspedes (plantas) una mayor resistencia al estrés biótico y abiótico (Heil, M., 2011). De hecho, los hongos endofíticos se consideran hoy en día una fuente prometedora de compuestos bioactivos diversos y estructuralmente novedosos, con potencial aplicación en la industria farmacéutica y la agricultura.(Gouda, S. et al., 2016) Las regiones tropicales presentan una gran biodiversidad de plantas y estas a su vez, albergan una cantidad significativa de microorganismos en constante competencia por el nicho donde habitan. Como consecuencia de estas interacciones, los hongos endófitos son capaces de producir compuestos orgánicos con actividad antifúngica, que brindan protección y resistencia a la planta hospedera ante el ataque de fitopatógenos (Ludwing-Muller, J. 2015). Por tanto, el control biológico de enfermedades ha tomado gran importancia dentro de las estrategias de agricultura sostenible, ya que busca disminuir el efecto no favorable de organismos patógenos usando otros organismos vivos no patogénicos o subproductos de su metabolismo. Así, los agentes biológicos para el control de enfermedades disminuyen el potencial negativo de los patógenos ya sea por una vía directa mediante actividades antagónicas o por vía indirecta, modificando la fisiología y anatomía de la planta. (Farhana, S. et al, 2017) El ecosistema de los árboles de aguacate, en la región de los Montes de María, representa un modelo biológico bastante interesante para el aislamiento de hongos endófitos como fuente promisoria de compuestos bioactivos. Estos árboles son importantes componentes de la biodiversidad, ya que fueron establecidos mediante propagación por semilla hace más de 30 años (Perez-Alvarez, S., 2015) y fueron distribuidos aleatoriamente en territorios planos y montañosos a lo largo de toda la región, entre la vegetación boscosa tropical (Burbano-Figueroa, O., 2019). En un principio, no fueron considerados propiamente como un cultivo, sino como árboles de dónde los campesinos recogían los frutos, por lo que no fueron sometidos a prácticas agronómicas de poda, fertilización ni aplicación de pesticidas (Farhana, S. et al, 2017). A pesar de que años más tarde, cerca de la mitad de las plantaciones de aguacate sucumbieron a un complejo de agentes fitopatógenos causantes de la enfermedad de pudrición de raíz (Perez-Alvarez, S., 2015), aún es posible encontrar árboles vigorosos y productivos que sobrevivieron a la infección. De esta manera, se puede asumir que estos organismos sanos poseen un sistema especial de defensa que les ha proporcionado una longevidad inusual, y que podría estar relacionado con su microbioma asociado, convirtiéndolos en un importante objeto de estudio en la búsqueda de alternativas eco-amigables para el control de agentes fitopatógenos que afectan los rendimientos de producción de esta fruta. Por tanto, esta propuesta se centra en la selección racional y análisis del perfil metabólico de una cepa de hongo endófito con potencial para el control de fitopatógenos del género Fusarium, a partir de un banco de cepas de hongos endófitos previamente aisladas de hojas y raíces de árboles de aguacate que resistieron condiciones sanitarias adversas en la zona de los Montes de María. La selección de microorganismo de interés se hará a partir de la correlación de su actividad antifúngica frente Fusarium spp. y su perfil de metabolitos secundarios determinados por UHPLC-HRMS, haciendo uso de bioensayos y herramientas propias de la metabolómica. Después de determinar la cepa fúngica con la mayor cantidad de biomarcadores, se realizarán la determinación de las condiciones de fermentación a mayor escala, en busca de obtención de la cantidad de biomasa suficiente para realizar la caracterización química en busca de los metabolitos activos, y de esta forma validar el modelo matemático y estadístico. Con esta investigación se pretende generar opciones de co