La población infantil en Colombia (grupo sociodemográfico de 5-17 años), actualmente constituye el 25,1% de la población. En Bogotá proyecta que la población de 0-14 años corresponde a un 22,9 % de acuerdo al 2015 (DANE, 2012; Secretaría distrital de planeación Bogotá D.C., 2014). Este grupo poblacional, se caracteriza por ser vulnerables en su desarrollo a manifestar problemas de aprendizaje, trastornos de conducta y desórdenes neuropsiquiátricos infantiles en general (WHO, 2005). Sin identificar claramente cuales pueden llegar a ser las posibles causas para ello, pues cada una de ellas se caracteriza por ser bastante compleja. Se ha comprendido hasta el momento, por otros estudios, que las condiciones sociales y medioambientales especialmente aquellas que son poco funcionales, desafiantes, negativas en cuanto a sus resultados en otros entornos, pueden ser tambièn de riesgo para el aumento de estas problemáticas. Si bien es cierto que en nuestro paí­s se ha avanzado en investigaciones aún son muy pocas las que han aportado en cuanto a comprenderlas de manera integral y por ende dar posibles soluciones igualmente desde una visión integral. Lo claro es que dentro de los resultados se evidencia que muchas de ellas se convierten trastornos psiquiátricos del neurodesarrollo donde su prevalencia va en aumento contrario a las estrategias de intervenciòn que no van el mismo ritmo.. Siendo los trastornos psiquiátricos tan complejas, se debe tomar en cuenta comparten varios rasgos, entre ellos; una heredabilidad genética, son influenciables por variables ambientales e incluyen comportamientos desadaptativos de larga duración. Es decir, se ha propuesto que esas variaciones comportamentales se pueden deber a genes asociados, cambios en la expresión genética; diferentes niveles de actividad en ciertas partes del cerebro; variables anatómicas, factores de crianza e incluso condiciones durante el parto o las condiciones de vivienda, se han reportado en modelos animales y humanos en asociación con trastornos del comportamiento.