En el contexto de la diabetes mellitus (DM) y sus complicaciones, en especial la neuropatía diabética y la enfermedad arterial periférica son patologías con muy alta prevalencia que contribuyen al incremento desmesurado de la morbilidad y mortalidad, al incidir en forma directa en la fisiopatología del pie diabético. El concepto de pie diabético comprende la infección, la ulceración y la destrucción de los tejidos profundos, asociados con anormalidades neurológicas y vasculopatía periférica de diversa gravedad, así como daño articular, dermatológico y de los tejidos blandos (1). Esta patología genera un gran impacto en los sistemas de salud por la carga económica asociada a tratamientos y complicaciones, por lo cual se considera un problema de salud pública que influye de manera directa en la calidad de vida y el estado psicológico de las personas afectadas y sus familias. Las recomendaciones de cuidado y la identificación de la neuropatía y la enfermedad arterial periférica por medio de la anamnesis y el examen físico, son actividades preventivas subutilizadas, a pesar de ser consideradas como intervención de primera línea, dado que representan una estrategia costo efectiva en la disminución del riesgo de desarrollo de complicaciones del pie en el paciente diabético. El riesgo potencial o real de una úlcera con frecuencia lleva a la pérdida de la viabilidad del miembro, amputación y posterior impacto funcional, psíquico y económico, siendo por tanto, la discapacidad más frecuente en el diabético, que limita el acceso y uso de los servicios de salud (2). La diabetes es la principal causa de amputación no traumática en miembros inferiores, generalmente es precedida de úlcera en el pie del diabético. Adicionalmente, hasta la mitad de los pacientes amputados por primera vez requerirán amputaciones adicionales en los siguientes tres años y la mitad de los pacientes a quienes se les practique una amputación mayor morirán en cinco años (3). Las complicaciones devastadoras del pie diabético pueden ser prevenidas en la gran mayoría de los casos. La identificación de los pacientes en riesgo es el primer paso para alcanzar este objetivo, seguido de la educación al paciente (4,5,6). Además, los médicos tanto generales como especialistas olvidan examinar el pie, no tienen criterios claros para examinarlo y desconocen los aspectos fundamentales sobre prevención y diagnóstico temprano del pie en riesgo. El Consenso Internacional de Pie Diabético ha ratificado que existen medidas simples y económicas. En primer lugar, la educación en el cuidado del pie, luego el examen del pie básico con la inspección general y de las deformidades óseas, la sensibilidad protectora y los pulsos de miembros inferiores con evidencia y efectividad en la disminución de la incidencia de complicaciones. No es un secreto que los clínicos en la práctica diaria enfocan al paciente de una manera terapéutica al tratar las complicaciones como prevención secundaria o terciaria; esta orientación suele ser frustrante no sólo para el médico sino para el paciente y su familia, así se olvida que lo más efectivo es realizar estrategias de prevención primaria aunque en muchas ocasiones es necesario efectuar prevención secundaria o terciaria (7). Es de vital importancia alertar a los médicos sobre el potencial de la prevención en el pie diabético. Para este propósito de acuerdo a los hallazgos del estudio de Berardis en Italia, la identificación de pacientes de alto riesgo es fundamental y la mayor atención debe brindarse a aquellos que sufren de otras complicaciones diabéticas y están en bajo estrato socioeconómico. Los médicos deben ser conscientes que una de sus competencias es orientar las prácticas de educación y autocuidado para reducir la incidencia de esta complicación frecuente y costosa (8). Por estos motivos se plantea la realización de un estudio de corte transversal, con la intención de conocer frecuencia y caracterizar las intervenciones de prevención y detección temprana del pie diabético realizadas por los médicos generales, internistas y endocrinólogos en el contexto de la consulta externa, de varios centros médicos de Bogotá, bajo la premisa de un pobre uso de estas estrategias. Lo anterior permitirá describir la prevalencia de las actividades de cuidado y prevención del pie diabético y determinar si la atención que se brinda es adecuada; así se hará el diagnóstico del panorama real susceptible de recomendaciones para optimizar la prevención primaria del pie diabético. Para cumplir con los objetivos planteados se realizará una encuesta a pacientes diabéticos de la consulta externa de instituciones de carácter oficial y privado en primer y segundo nivel de atención, para identificar la periodicidad del examen visual de los pies, de acuerdo a lo recomendado por las dos guías nacionales e internacional (6,9,10) y en general conocer las competencias del médico tratante en actividades de prevención, el examen del pie y las recomendaciones para su cuidado. Se espera estimar con el estudio una prevalencia, menor o igual al 32% del examen del pie, la detección del riesgo y de la gran mayoría de recomendaciones para el cuidado del pie (7). Con relación a las concepciones que los médicos tienen respecto a la fisiopatología, prevención, conocimiento de los factores de riesgo, recomendaciones de calzado, detección temprana del pie en riesgo, impacto socio-económico y personal (calidad de vida) se infiere que hay desconocimiento parcial. Los resultados de este estudio serán presentados en congreso, publicados en forma de artículo original y se socializarán a la comunidad académica, los equipos de salud de las instituciones participantes. Los resultados podrán ser herramienta para la optimización de políticas en salud pública.