La investigación sobre dinoflagelados bentónicos ha despertado gran interés debido a la diversidad de toxinas que producen varias de sus especies. Estas ficotoxinas pueden afectar a la salud humana, la seguridad alimentaria y generar mortandad de diversos organismos marinos, causando graves problemas a nivel social, ambiental y económico. Esta problemática podría aumentar frente al calentamiento global, la degradación de los ecosistemas marinos, la eutrofización de aguas costeras y la sobrepesca. En el Caribe colombiano se ha confirmado, a lo largo del ciclo anual, la presencia de dinoflagelados potencialmente tóxicos, destacándose por su frecuencia, abundancia y antecedentes nocivos los géneros Gambierdiscus, Fukuyoa, Prorocentrum y Ostreopsis. Los dos primeros están asociados a la producción de ciguatoxinas y maitotoxinas, causantes del envenenamiento ciguatérico por pescado o ciguatera; el tercero con la presencia casi permanente de especies potencialmente productoras de ácido okadaico, prorocentrolidos y dinofisistoxinas, ocasionando intoxicaciones diarréicas; y el cuarto, Ostreopsis, incluye especies productoras de palitoxinas, ovatoxinas, mascarenotoxinas, ostreocinas y otras toxinas que contaminan bivalvos, pero además, el espray marino tóxico que se forma en ciertas etapas del crecimiento poblacional causa irritaciones de las vías respiratorias y epidermicas a los bañistas, pescadores y otras personas expuestas a las floraciones. No obstante esta problemática, gran parte de los rasgos ecológicos de las especies de estos géneros son aún desconocidos, debido en parte a la falta de observaciones a escalas apropiadas de sus complejos ciclos de vida. Este desconocimiento limita el diseño e implementación de planes de gestión del riesgo ante estas amenazas. La presente propuesta de tesis pretende estimar para las especies de los tres géneros de interés, la respuesta poblacional, medida como la abundancia, a la variación de recursos (luz y nutrientes), reguladores (temperatura, salinidad, sólidos suspendidos totales y flujo de agua), y la abundancia de otros grupos del microfitobentos (diatomeas, cianobacterias y otros flagelados). Estas respuestas se medirán en escalas finas de tiempo (diarias, a través de diferentes épocas climáticas) y permitirán mejorar el conocimiento del nicho ecológico de las especies encontradas de los tres géneros. El área de Santa Marta, en el Caribe colombiano, servirá como el escenario donde se compararán dos sitios con diferente grado de impacto humano por aportes de aguas servidas y con épocas climáticas características, que alternan entre afloramiento costero y descarga continental.