Las bacterias han desarrollado mecanismos que les han permitido colonizar nichos ecológicos donde ningún otro ser vivo ha podido establecerse [1]. Para lograrlo, realizan asociaciones entre especies y modulan la expresión de fenotipos particulares, como la secreción de enzimas, que regulan procesos metabólicos importantes para el sostenimiento y la estructuración de comunidades bacterianas; y otros como factores de virulencia, pigmentos y biofilms que les atribuyen ventajas en comunidad mediante un fenómeno denominado Quorum Sensing (QS) [2-4]. Algunos atributos adquiridos por las bacterias al asociarse incluyen la degradación de nutrientes con mayor eficiencia, proporcionando alimento para la comunidad; la adquisición de resistencia a antibióticos y antisépticos que les otorga protección contra el medio, y la estratificación y diferenciación celular que aumenta la capacidad metabólica de la comunidad y genera homeostasis en el holobionte [5-7]. Se ha demostrado que la producción de AHLs y la comunicación bacteriana están asociadas a la migración, asentamiento y metamorfosis de larvas de cnidarios sobre las superficies que colonizan [8, 9]. Lo anterior constituye otra evidencia de la importancia de la comunicación bacteriana, que en una comunidad específica, modula procesos interreinos e incluso determina la estabilidad de un ecosistema. El grupo de Comunicación y Comunidades Bacterianas (CCB) ha realizado estudios en comunidades bacterianas asociadas a enfermedades coralinas como la Banda Negra (BBD), donde se cree que una asociación bacteriana causa la degradación completa del tejido coralino. En ese estudio, se identificaron 70 aislamientos de la comunidad bacteriana cultivable, y se demostró que existe diferencia en cuanto a la proporción de especies bacterianas asociadas a los corales sanos y enfermos sin encontrar un agente etiológico en particular. Se aislaron especies bacterianas comunes en corales sanos y enfermos como Stappia indica, Nitratireductor aquibiodomus, N. kymnieongensis, Halomonas salaria, H. ventosae y Pseudomonas perfectomarina que en corales enfermos producen diversas moléculas de señalización similares a Acil Homoserín Lactonas (AHLs), mientras que las aisladas de los corales sanos no. En otro estudio del CCB sobre Plaga Blanca, se encontró que en los corales enfermos no hay una regulación coordinada por comunicación bacteriana y esto da cuenta de la existencia de una diacronía entre comunidades, tal como en el estudio en BBD. Debido a las diferencias encontradas entre las comunidades bacterianas de los corales Montastrea cavernosa y M. faveolata sanos y enfermos de BBD, el grupo desea profundizar el estudio de dichas especies bacterianas [10]. Para esto, el CCB realizará una caracterización metabólica de los aislamientos bacterianos, así como una extracción de las moléculas de señalización AHLs y una evaluación cualitativa de las mismas mediante técnicas cromatográficas. Para lo anterior es necesario estandarizar los procesos de extracción e identificación de AHLs, ajustando los protocolos documentados por otros autores al estudio de cepas nativas aisladas de corales del Caribe colombiano. Con esta iniciativa se pretende tener mayor conocimiento sobre dichas bacterias y sus procesos de comunicación a fin de determinar las moléculas involucradas en estas interacciones y que fenotipos se regulan por este mecanismo. Los resultados de este proyecto ofrecerán información relevante sobre la comunicación dentro de las asociaciones bacterianas y sus diferencias entre comunidades, así como del tipo de moléculas usadas para la señalización celular, que a futuro podría ser útil para la generación de estrategias de restauración y conservación de arrecifes de coral afectados, reconociendo que las comunidades bacterianas son indispensables para la colonización de cnidarios sobre las superficies calcáreas, paso imprescindible para la generación de arrecifes coralinos.