A través de la antropometría, es posible establecer la correspondencia espacial de puntos relativos a las estructuras de los individuos, y la variación geométrica en la ubicación relativa de ellos, y a partir de esto, derivar unos índices antropométricos. Farkas [1] realizó una recopilación exhaustiva de las proporciones antropométricas cráneo-faciales básicas, las cuales han servido como referencia en un sin número de investigaciones. Por lo general estas distancias son medidas a mano, con la ayuda de instrumentos de medida tales como calibradores, reglas y cintas de medida. Esta forma de medición, tiene desventajas de tipo sociológico, logístico y técnico. Con la aparición de los dispositivos de digitalización, lo hizo también la antropometría no invasiva, con la cual se solucionan muchos de los problemas, sin embargo, los puntos que se toman como referencia para las mediciones, aún deben ser seleccionados de forma manual. El problema de la localización automática de características faciales ha sido ampliamente discutido en la literatura de procesamiento de imágenes y de reconocimiento de patrones. Dentro de los trabajos revisados, con respecto a la detección de las características, se evidencia una tendencia hacia la búsqueda serial, es decir, primero se realiza detección gruesa de las características, y luego sobre la región detectada, se hace una nueva búsqueda con el fin de mejorar la definición de las coordenadas de la característica. Los principales obstáculos que se deben superar durante la detección incluyen: la variabilidad de la apariencia de los sujetos, de la pose, de las expresiones faciales, de la presencia o ausencia de componentes estructurales (barba, bigote, gafas, etc.), y de las condiciones de iluminación. Generalmente, los criterios de calidad de una técnica están relacionados con la capacidad de sobrepasar los obstáculos mencionados. Sin embargo, en antropometría el principal criterio es la exactitud en la ubicación de las regiones y los puntos con los cuales se determinan las proporciones antropométricas. También es importante el tipo de mediciones que se realizan (lineales, superficiales ángulos, longitud de circunferencia, etc.). Con base en los problemas de la antropometría tradicional y el potencial de las distintas técnicas desarrolladas para la detección de características faciales, las cuales aún no alcanzan la precisión necesaria como para ser utilizadas directamente para la antropometría del rostro. Se propone el desarrollo de un sistema de antropometría facial computarizada, el cual tendrá como entrada modelos 3D del rostro, los cuales incluyen tanto información de la forma, la curvatura y la textura del rostro.