En mamíferos, durante las primeras etapas de la vida, el medio ambiente y la interacción madre-hijo son esenciales para el normal desarrollo. Se ha demostrado que experiencias adversas en la vida temprana tienen efectos negativos sobre el desarrollo. Por ejemplo, en humanos, estudios de imagenología funcional sugieren que ese tipo de vivencias, afectan el desarrollo de las cortezas prefrontal y del cíngulo anterior. El estudio de los efectos neuromorfológicos, neurobioquímicos y comportamentales, que estas situaciones causan al ser humano, es restringido por múltiples razones, principalmente éticas; por tanto, el uso de modelos experimentales que semejen situaciones reales de nuestro entorno es fundamental. Así, una situación prevalente en nuestra sociedad, es la separación temprana madre/hijo, evento que se presenta por ejemplo, debido a la necesidad de las madres de conseguir ingresos económicos para el sustento de sus hijos. Evidentemente, esta circunstancia genera en los bebés estrés, sin embargo, los cambios a nivel cerebral que se puedan producir debido a esta condición y que puedan traer consecuencias tardías, no son fácilmente registrables. Como grupo de investigación, logramos consolidar la línea de investigación de los efectos del estrés y uno de nuestros objetivos principales fue establecer y determinar en un modelo con roedores, el efecto del estrés causado por la Separación Maternal Temprana sobre el comportamiento defensivo y conductas asociadas con ansiedad y medir además sus efectos sobre la expresión de la subunidad α 1 del receptor GABAA en corteza prefrontal, cuando el roedor esta en etapa de adulto joven. En total 30 ratas provenientes de cuatro camadas distintas se agruparon en dos condiciones diferentes: grupo control (manipulado diariamente menos de un minuto, pero no separado) y grupo separado de su madre a partir del día postnatal 1 hasta el día 21(separados 3 horas en la mañana y 3 en la tarde). A partir del día 22 las ratas se separaron de acuerdo al sexo y continuaron su desarrollo con agua y comida ad libitum. Cuando los sujetos alcanzaron un peso promedio de 230 y 280 g hembras y machos respectivamente se les realizó la evaluación de los diferentes comportamientos utilizando el Laberinto en Cruz Elevado, instrumento ampliamente utilizado para medir comportamiento defensivo y perfil ansiogénico. Todas las sesiones fueron filmadas y analizadas a posteriori. Terminada la evaluación comportamental, todos los sujetos fueron anestesiados y se les realizó perfusión intracardiaca con un fijador, se obtuvieron los cerebros y se procesaron mediante inmunocitoquímica para identificar la subunidad α 1 del receptor GABAA. Los resultados encontrados muestran que bajo este protocolo de separación temprana disminuyen las conductas relacionadas con ansiedad en las hembras pero no en los machos. Así mismo, se encontró que en machos hay diferencias estadísticamente significativas en el número de células marcadas del grupo experimental vs. el grupo control, reflejadas en una disminución de la marcación del grupo experimental en Corteza Prefrontal. Aunque logramos presentar nuestros resultados en dos congresos nacionales y dos internacionales, donde obtuvimos muy buenas críticas, desafortunadamente nos falta complementar el trabajo para poderlo publicar en una revista indexada, pues el número de sujetos experimentales no es suficiente, hecho que nos motiva a solicitar refinanciación para poder completar la n y culminar a satisfacción esta parte del proyecto.